Cuatro meses de prisión para un hombre que mantiene en vilo a un barrio entero de Trelew
Durante una audiencia de control de detención llevada adelante en horas de este mediodía en sala de oficina judicial, tercer piso de los tribunales en Trelew, la fiscal general Julieta Gamarra expuso la imputación que le cabe a Pablo Ezequiel Ferreira, que fue detenido en un allanamiento efectuado el día 6 de enero, tras los violentos hechos que protagonizara el 5 de enero en una zona del barrio Constitución de esta ciudad.
La fiscal señaló que ese día cerca de las 8 en las inmediaciones de uno de los sectores de ese barrio, personal de seccional tercera y de unidad regional acudieron debido al llamado de vecinos alertando sobre disturbios. Al arribar, los vecinos directamente afectados no quisieron brindar mayores detalles por el temor a las represalias que podrían desatar una denuncia en tal sentido. Sin embargo, con la policía tratando de apaciguar las cosas y sin ninguna justificación Ferreira sale de su domicilio, situado justo frente a ese lugar en el barrio los aromos y aparece acompañado de otras personas liderando y decidido a impedir el libre ejercicio de los funcionarios, y comienza con insultos a efectivos, luego lanza una botella contra uno de ellos y tras cartón la emprenden con bloques de ladrillos contra los uniformados. No obstante esto, también dañó un móvil policial a piedrazos, pero los policías superados en número deciden retirarse, cuestión que permitió la destrucción de una puerta de reja y cerradura de la vivienda, a la vez que entre otras cosas decía: “esta gente tiene 24 horas para irse”.
También la doctora Gamarra se explayó sobre elementos ya colectados, exhibiendo videos y fotografías, algunos de ellos filmados por el propio Ferreira que fueron viralizados, donde se jacta de impedir el procedimiento de la autoridad pública, diciendo que le hicieron la guerra a la gorra y que esa cuadra le pertenece siendo él que decide quien puede vivir ahí y quien no y reiterando que esa familia se tenía que ir. Mas allá de la evidente materialidad enfatizó sobre los antecedentes ya que informó sobre una condena del 5 de julio de 2018 por portación de arma de guerra de uso civil condicional, violación de domicilio y amenaza con arma de fuego en perjuicio de una ex pareja, con una pena de tres años y seis meses de prisión en juicio abreviado. En diciembre de 2019 se unificaron condenas debido al delito de lesiones leves en concurso real con desobediencia contra otra ex parea y un hijo de ambos, también en juicio abreviado y otra condena data de 2018 por desobediencia, lesiones leves y amenazas con uso de arma blanca en perjuicio de una mujer. Destacó que en la condena de 2018 fue beneficiado con arresto domiciliario, pero esa medida fue revocada por el Juez Monti en 2019 por incumplimiento, debiendo cumplirla en forma efectiva en centro de detención. Esto, explicó la fiscal general, habla a las claras sobre la postura y comportamiento de Ferreira ante los mandatos judiciales. Por otro lado, argumentó sobre el peligro de entorpecimiento, vistas las amenazas permanentes y el temor que siembra entre el vecindario, por lo que influye para impedir la declaración de testigos.
Todo esto fue tenido en cuenta por la Jueza Mirta Moreno para determinar la existencia del peligro de fuga y el riesgo de entorpecimiento y coincidió con la fiscalía en que el accionar peligroso Pablo Ezequiel Ferreira, que fue defendido por Leyla Manayauik, solo se puede cautelar con la prisión preventiva, la que impuso en principio por el término de cuatro meses, además de establecer la apertura de investigación respectiva. La calificación fiscal provisoria es por el delito de atentado contra la autoridad doblemente agravado por ser cometido a mano armada y con la reunión de mas de tres personas en concurso real con daño agravado por tener como fin impedir el libre ejercicio de la autoridad, todo en calidad de autor, artículos 238 incisos 1ro. y 2do., 184, 54 y 45 del código penal.
Fuente: Ministerio Público Fiscal.